Los niños son seres extraordinarios, llenos de autenticidad, alegría, energía y todo el tiempo están dispuestos a divertirse. La conexión que puede llegar a tener con los perros es algo en lo que deberíamos de prestar más atención. Nuestros canhijos influyen de manera recurrente en temas psicológicos y emocionales.
¿Cómo?
Empezando con las muestras de cariño entre ambos, para los niños el estar recibiendo un afecto constante de nuestras mascotas ayuda a reducir el estrés y tratar temas de ansiedad. Todos sabemos la responsabilidad que conlleva atender a nuestros canhijos; la compañía de estos refuerza la personalidad, seguridad al momento de tratar con ellos, pero sobre todo y lo más importante un sentido de responsabilidad humana.
El que un niño desde temprana edad empiece a entender el sentido de respeto, amor, y empatía no solo a los perros sino a los animales en general, suele verse reflejado en su desarrollo social, resolución de problemas y un mayor entendimiento a problemas en su día a día.
Por último no podemos dejan a un lado el tema físico. El tener una mascota es una práctica de ejercicio de manera habitual, entre caminatas, juegos o actividades de ejercicio físico que llegas a tener con tu mascota. Pudiera volverse hasta rutinario, pero en realidad estimula el crecimiento de ambas partes.
A veces en detalles tan simples que pudiéramos llegar a tener con los niños o incluso con nuestras mascotas a la larga pueden convertirse en grandes cambios positivos. Prestemos atención en todo momento.
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